¿Puede un cristiano trabajar en tareas no “santas”?
Era el año 1970. El pastor Benigno Ferreira y el anciano Marcos López de Santo Tomé, Corrientes, me llevaron a Oberá, Misiones, a la Iglesia Asamblea de Dios con la presidencia de Alfredo Phol, y la visita de un palestrante de los EUA. En los momentos de recreos, allí se formaban ruedas de pequeños grupos espontaneos, discutiendo lo que había sido ministrado tanto por el pastor norteamericano como por otros, de la región, entre los cuales recuerdo a José González y Miguel Ángel Pujol. En uno de esos grupos escuché decir: “Hace diez años que en cada Conferencia surge la misma pregunta, si un cristiano puede plantar tabaco o trabajar en su tratamiento, y el misionero responde, explica y coloca el asunto a consideración de los participantes de tales eventos, y nunca se ponen de acuerdo”. La ponderación de los hermanos era que eso es señal si no de retroceso y atraso, al menos, con certeza, sí de pérdida de tiempo por causa de la carnalidad de los hermanos, principalmente los líd