¿Qué son brechas espirituales en el matrimonio, la familia y la Iglesia?
Con el corazón en la manos y la mano en el corazón, como consiervo vuestro, quero alertarles para el asunto del título, ya que en Pandemia están aconteciendo tantas cosas raras, y sorprendentes, que hasta nuestra fe y declaraciones de confianza en Dios, de un momento para otro pueden cambiar existencialmente o por un acto soberano superior. ¿De Dios? Veamos:
Sin duda alguna hay un ser espiritual maligno rigiendo el mundo espiritual aquí abajo en la tierra, en el planeta, y un Sistema de Gobierno Mundial llamado Capitalismo Explotador y Especulador. Jesús le llamó MAMÓN. Suele definirse como un falso dios, y está bien, pero no es el dinero propiamente, por lo tanto, podemos usar el dinero sin relacionarnos con ese dios. Es el Plano Económico del Imperio de Satanás, falsificando y copiando en paralelo el Plano Eterno de Dios.
No hace más que como máximo dos años atrás fui a ministrar en una facultad teológica, y el patriarca allí es un grande amigo mío, que al verme ya en el púlpito, entró gritando, al punto de interrumpir mi ministración. Muy bromista, el amigo, decía: “Que haces ahí; el púlpito es mío”. Luego la audiencia quedó en suspenso, porque nos abrazamos por varios segundos, fuertemente. Ahí el pastor contó a los alumnos y profesores allí presentes, como fue el acto en su antigua iglesia en el Estado de Santa Catarina, de quiebra del dominio de Mamón que ministré. Realmente no lo recordaba, pero a él le marcó, y nos hizo reír mucho por la forma de quiebra que Dios mismo me reveló practicar.
El Señor me ha dado gracia para nunca dejar de aborrecer a Mamón, y para cada día alcanzar más luz a respecto. Una de las filosofías más condenadas por Pablo en el Nuevo Testamento, fue el Ascetismo, que resumidamente es la privación de las cosas materiales y temporales, del placer, del disfrute de lo pasajero, por una falsa espiritualidad. Pero la otra filosofía, en el otro lado u opuesta al ascetismo, era el materialismo judaico, basado en la promesa de Dios de una tierra y prosperidad material. Nuestro Cristianismo de hoy está claramente dominado por el materialismo, y enredado y entretenido por el ascetismo, para que el engaño de Mamón no se note y sea descubierto; pues, el ascetismo se compone de muchos actos de espiritualidad que justifican y tranquilizan la consciencia en el error.
Tengo tres hijos varones. Super maravillosos en todo; incluso en sus diferencias, y aunque viví velando desde el principio de su crecimiento hasta ahora, cuando ya son hombres, en una gran dimensión la libertad de cada uno se me escapado totalmente de las manos. El menor es obsesivamente capitalista; sin embargo, es el que más experimentó al Señor, y más entiende el Plano Eterno de Dios o Economía Divina. Todo dinero grande que les di a cada hijo, los otros invirtieron y se dieron bastante bien; pero toda vez que el menor invirtió, siempre perdió todo. ¿Saben por qué? Porque los consagramos para Dios, y oro incesantemente por ellos para Dios en exclusivo, y aunque traten de escapar, Dios les cerca y restringe hasta que se den por vencidos; y lamentablemente, hay hijos que vienen al Señor en serio sólo después que sus padres parten de la tierra para Dios.
A mí, como padre cristiano, me toca velar para
no dar brechas para los hijos desviarse o vivir caminos equivocados, o
establecerse erróneamente en fortalezas y seguridades terrenales inexistentes.
Ellos muchas veces se quejaron porque yo elegí el camino de la pobreza para
Dios, pero cuando prospero y ellos no, no aprovechan para humillarse y
reconocer que mi camino es el correcto, pues, por más capitalistas que sean que
yo, su prosperidad nunca fue mayor que la mía. La mayoría de las brechas
espirituales entre los cristianos, ya no son del mundo de la idolatría, el
espiritualismo, las brujerías, supersticiones, los vicios y pecados groseros. Son
mayormente de índole capitalista. Y el capitalismo en la Biblia tiene tres
lados: 1) Sustento [Mt. 4. 3-4]; 2) Seguridades [4-7]; 3) Poder, fama, Gloria
[8-11].
En cierta ocasión el hermano Ildefonso Velazquez de Santo Tomé, Corrientes, yendo de bicicleta, paró para saludarme, y me contó que nunca se olvidó de mi tío José Juvenal Aranda, el primer pastor autóctono de Corrientes, de la Asamblea de Dios, que un día le dijo que "lo primero es lo material, no lo espiritual". Él reflexionó como una palabra de grande sabiduría. De hecho, 1 Co. 15. 46 es claro en afirmar lo mismo. El problema está en que lo primero debe morir para que luego venga lo segundo, y si no morimos al "yo", el egoísmo, la codicia [que ni debiéramos haber llegado a ese punto], la riqueza de Dios se desvió y el plan de Dios se distorsionó, y Mamón nos captura, y Satanás nos enreda. Yo ya voy a cumplir 69 años el 6 de agosto [por si quieren anotar para el regalo. Jé!], y sólo ahora estaré recibiendo una jubilación y estabilidad, pero los que fueron liberados y bendecidos con esta palabra, son incontables, y el transcurso es muy emocionante. Hoy está haciendo 12 años que sentí de ir a visitar al pastor Adán Ortíz de Alvear, Corrientes,llevándole comida y dinero, y a los cinco meses partió con el Señor; luego después otros cinco meses, partió su esposa. Este es uno de los muchos testimonios que me recompensan haber vivido esta vida hasta hoy, porque en ellos también perdió Mamón, y ganó Cristo. ¿De qué nos valdría ganar riquezas materiales y perder el Reino con Jesús?
¿Cuál es la visión de sustento, seguridades, poder, fama y gloria le pasamos a los hijos? Ayudémoslos en todo, y en todo momento, pero con cuidado para no impedir a Dios tratarlos. Uno puede argumentar: “pero me siento culpable”. Con más razón, un culpable no tiene la capacidad ni el poder de restitución, porque los daños espirituales y psicológicos no se sanan con restituciones. Se sanan con tiempo y una ayuda externa al culpable. Entonces, es hora de pedirle perdón al Señor y confiarle el problema a Él. No se negará a Sí mismo, dejando de ayudar a ambos: el hijo o hija dañada, y al padre o madre que se equivocó, o fue descuidado o displicente.
En mi caso, nunca tuve que arrepentirme de robos, de mentiras, de ser flojo en lo laboral y las responsabilidades familiares; de codicia, ambición, amor al dinero, mano de buey o floja, o por deudor y calotero, pero sí por poca fe, persistencia, e ingenuidad. Que el Espíritu santo nos ilumine, pues, son días en que el Maligno acecha y captura con demasiada facilidad a los niños y jóvenes. Ore todo lo que pueda; aumente oración, y hasta haga aquél ayuno que nunca se animó hacer, pro ciertas batallas sólo ganaremos cerrando brechas.
Tito Berry
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