Sembrar Llorando o Gabándose
La Diferencia entre errar haciendo el Bien, y acertarlo, haciendo el Mal
Me cuidaré extremadamente
para no impresionar como que hago política, dado que mi misión es predicar la
Verdad y la Justicia, y no hacer divisiones, pero masivamente el mundo está
transitando el Camino de Caín, y a
la hora de disgustarse de la ofrenda a Dios de sus hermanos, son capaces de
matar a los mismos hermanos en Cristo, quienes de Cristo son. Bíblicamente, se siembra bien, o mal, pero llorando o gabándose.
Noé está considerado en la Biblia “Pregonero de Justicia”, y cosechó apenas 7 personas para Dios, y enseguida perdió a casi todos, con escasa salvedad de su esposa Noema. Le costó 100 años predicando para Dios conservarse al menos un matrimonio a fin de dar continuidad a la humanidad. Es decir, por un lado su vida parece un fracaso; por otro, sus hijos y nueras sobrevivieron gracias a la fidelidad de Noé, pero a Dios le interesaba Noé e Noema. Cuanto a mí, se cuál es Su interés, y por eso no me ofendo que 100 % o 99 % se me opongan o no me entiendan. Espero que el lector original de esta meditación aproveche la gracia en Mí.
¿Cuál es el mal y cuál el Bien que menciona el Título? La Injusticia y la Justicia. El contexto de Noé no era el pueblo judío que no existía, ni era mucho menos, la Iglesia. Era el mundo impío, y él, el único predicador de entonces. Así que en parte, el contexto es el mismo, o por lo menos, aplicable cómodamente a los días de hoy. Noé representa el Bien y Lot representa el Mal. A Lot Dios no le puso en Sodoma y Gomorra para predicar. Él sólo se nombró, y bajó a esas regiones como “Pregonero de la Promesa”.
En nuestra Argentina el Plan de Lot siempre estuvo presente, hasta antes de Noé. Vinieron los colonizadores españoles [prometiendo una vida mejor], y se apropiaron de todo, hasta de las mujeres de los indígenas. Sus hijos y descendientes son denominados antropológica y sociológicamente criollos. Los nuevos [o últimos] criollos siguieron con el plan del Mal, trayendo maldición al pueblo como Lot a Sodoma y Gomorra. No me atrevería a proponer porcentajes, pero según una pesquisa realizada por la Universidad de Brasilia en 2008 a partir de la colecta de material genético, estimó que 9 % de los argentinos tienen origen africana, y 31 % descienden de los pueblos originarios. No obstante, lo que se perpetuó fue el criollismo.
Ese criollismo tiene ojos celestes, cejas finitas, bigotes estrechos, color blanco, y mayoritariamente son de origen italiano, mientras los mestizos más originarios tienen bigotes espesos y anchos, son de color más rojizo y de cejas gruesas de sus ancestros españoles. Pero el porteñismo no perfila rasgos físicos sino un perfil psicológico de percepción superior, y está presente en millones de argentinos hasta en la selva chaqueña y los montes misionenses.
El porteñismo es la encarnación del criollismo, más el gentilicio “tano”, y es eminentemente italiano, y en la mayor parte, de la mafia, y esa idiosincrasia impregnó a los argentinos en casi todo su territorio. Por lo tanto, condenarle a Mauricio Macri en todo lo malo que hizo y hace, sólo cabría a jueces probos que sean incontaminados del porteñismo, así como atribuirle a Fernández su manifiesto porteñismo en diálogo con el presidente de España, fuera de su contexto que prueba abultadamente ser una persona de extraordinaria capacidad de hermandad e igualdad entre los pueblos [sino, recuerden: este Gobierno ni era aún gobierno cuando Bolsonaro ya lo injurió y divulgó por la Web su demonización a él, en caso de que ganara las Elecciones, y nunca paró de infamarlo, ofendiendo nuestra Soberanía], es un abuso de porteñismo en muchos que no saben que lo padecen. Sin embargo, para los “políticamente correctos” por su lineamiento a Bolsonaro, no se le toca sino que se le blinda y justifica, y al Gobierno Argentino se lo envidia, odia y persigue descomunalmente, cuando que el presidente ya varias veces le trató al brasileño con elegancia y diplomacia. Ignorando su bajeza como presidente de una gran nación que merece mucho mejor que Bolsonaro.
Debiéramos preguntarnos con qué programa de gobierno Bolsonaro entró y permanece, y cuál el de Alberto Fernández. Sin duda alguna, éste fue infeliz en ser muy literato al mencionar una frase de otro autor que generó malestar en Argentina y en Brasil principalmente, o sea, erró intentando hacer Bien para la Argentina, mientras Bolsonaro se equivoca un montón, decidido a hacer el Mal a su pueblo, y alguna que otra vez acierta para el Bien del pueblo. Evidentemente la mayoría de los brasileños y argentinos son iletrados, o poco y nada leen y estudian como para saber que la frase de Fernández sólo intentó dejar en Sánchez la impresión de que somos sus descendientes para que nos ayuden más, mientras que otros políticos sólo buscan su propio bien cuando se postran ante los más poderosos del mundo, y no el bien de la ciudadanía.
Evidentemente, también, después de este diluvio de opiniones, sólo quedaremos de pie los que realmente amamos la Verdad y predicamos la genuina Justicia de Dios, y no lo que nos guste o presumamos ser. Al Rey se lo espera de pie. El arrebatamiento no llevará a ninguno postrado ante hombres o políticas de amor al dinero.
Tito Berry
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